viernes, 9 de junio de 2017

CARAVACA DE LA CRUZ

Este domingo me he ido de excursión a Caravaca de Cruz en Murcia.
Un viaje que llevaba preparado ya tiempo y organizado por la Asociación de vecinos de mi barrio.

Estaba incluido a demás del autobús, la visita al museo del Caballo del vino, la pulsera para moverse en el trenecito todo lo que quisiéramos, el menú y la entrada al museo del Castillo.
Aprovechando que es el año jubilar 2017.

Después de un madugón, un descanso para desayunar en Hellín y más de tres horas llegamos al destino.
La primera parada es en los salones donde volveremos a comer y cogeremos el autobús para el regreso. Aquí ya le echo el ojo a unos cuantos puestos de souvenir pero lo dejo pendiente para el mediodía.
Vamos al pueblo y visitamos el museo del Caballo del vino. Más información de todo aquí en web turismo Caravaca de la Cruz.

Así decoran los caballos, menuda currada, todo hecho a mano.




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También visitamos una iglesia que no recuerdo su nombre pero estaba cerquita. 

Ahora cogemos el trenecito, incluso cantamos en el y subimos por sus estrechas y empinadas calles al Castillo, donde se encuentra la cruz de caravaca. 
Una guía que yo diría tenía mucha manía a los manchegos nos puso un vídeo con la historia, nos estuvo explicando y enseñó el interior, la carroza de plata y demás.
De la cruz y del interior de la iglesia no hay fotos, completamente prohibido.
También le eché un vistazo a la tienda.
La misa ya había sido, quedó pendiente quién quisiera volver a la tarde y poder oír otra. Fuera muchas sillas, mucha gente y muy bonitas vistas al pueblo.

Más fotos.



 









Hora de comer y de estropearse el día, se lió a llover, tronar, relampaguar, granizar y de todo. Hasta casi las 8 de la tarde que era la hora de salida.


Quiero dar las gracias a los salones Castillo de la Cruz por dejarnos uno abierto durante toda la tarde, así estuvimos resguardados de la lluvia y con baños.
Yo fui previsora y miré el tiempo antes, llevaba gafas de sol, manga corta, manga larga, protector, abanico y también paraguas.
Los que se quedaron allí la verdad es que se aburrieron un poco, pero bueno, como se dice aquí cascaron bien y de todo y los valientes en los que me incluyo, en esos puestecitos que le echamos el ojo a primera hora tenían paraguas y chubasqueros, hicieron el negocio...
Que pintas por la calle y además nos pusimos como sopas, pero ya que estábamos allí por aprovechar la tarde, por comprar cosas, ver el centro, la plaza... (Antes de que las tiendas empezasen a cerrar por la lluvia).
La de cosas que venden allí, hay cruces por todos sitios, en esa zona se vive de la Cruz de Caravaca total. Enganché un rosario, pulseras, silbatos de madera. También nos regalaron cruces. Y una caja de yemas de calatrava con chocolate que si llego a saber que están tan ricas me compro 20 o 30. Postre típico de allí.



La vuelta fue del tirón y más de tres horas enganchando una tormenta detrás de otra.

Estuvo entretenido, un buen domingo de cosas nuevas, risas, remojones y con buena gente.

Y hasta aquí el viaje, espero no haberos aburrido mucho.


1 comentario:

  1. Qué pena lo del tiempo, sino hubiera sido un día espectacular.
    A pesar de que no lo tengo muy lejos, nunca he ido yo a Caravaca de la Cruz

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